martes, 13 de mayo de 2008

EL RESPETO

En cualquier sociedad con un mínimo de ética, por extrañas que sean las leyes que la cobijen, por ajenas sus costumbres, siempre hay algo que no se negocia en ellas: el respeto, base de todas las buenas relaciones y fundamento de toda convivencia.

Y es que hablar de respeto es hablar de los demás. Es tratar de comprender al otro, de aceptarlo como es, como piensa, como actúa, así sea una persona totalmente opuesta a nuestra forma de ver la vida. Es aceptar con gusto el derecho a ser diferente. Qué prueba más grande de respeto la que Dios nos ha dado, que habiéndonos creado nos regaló la libertad y nos la respeta por eso somos seres con libre albedrío.
Pero también es hablar de la vida: porque implica el respeto por nuestro medio ambiente para conservar nuestros recursos, cuidar del agua limpia, del aire, de la tierra, defender la vida de plantas y animales, pues al fin y al cabo todos habitamos en un mismo planeta.
Generar un ambiente de respeto permite obtener múltiples beneficios como el de : Evitar las agresiones para imponer ideas, ejercitarse en la tolerancia, que mucha falta le hace hoy a nuestra sociedad, recuperar relaciones que por falta de respeto se han visto afectadas, escuchar al otro, comprender, comparar, compartir ideas y adquirir conocimiento.
Respetar las reglas de un juego, las normas sociales, las leyes de un país facilitaría un ambiente cordial y amable donde la honestidad se manifieste en cada uno de los actos.
Es muy posible que una educación errónea basada en frases como: “No te dejes”, “Si te pegan golpea el doble”, “Si te gritan, grita más fuerte” haya creado personitas que poco practiquen el respeto y cambiar estos dogmas resulta ser muy difícil, pero mucho más delicados son las situaciones que se crean por falta de respeto. Además, el respeto se gana y la mejor forma de ganarlo es respetando uno primero. Bien decía Rousseau:“Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas”.

Es por eso que se hace un llamado a la reflexión con el fin de revisar nuestra vida y si es el caso procurar cambiar creencias que perjudiquen nuestra sana convivencia.